Ritmos primaverales mortales

El sol decidió salir a dar un paseo por las sombras de la ciudad y llenar con su calor todos los huequitos de la soledad. Rinconcitos llenos de dolor que se completan con un poco de pasión.

Traición de la más vil que conoció el país. Amigos de los buenos que se convirtieron en los restos de un cementerio de malos recuerdos. 

De fondo una melodía que llena de alegrías. Sólo una sonrisa que completa la osadía. Era sí. Era no. Era poder pedir perdón, decir hola y adiós.

Una nueva posibilidad para los amores perdidos que el verano se llevó. Una brisa lenta barre las tristezas. Se lleva para siempre tu amor y mi suerte.

Bienvenidos al mundo mágico de la primavera. El lugar en donde todo comienza. En donde todo se aleja.

En tiempo real

Son pocos los días que nos separan de la primavera. Ya transitamos el mes del amor, de los pájaros que cantan mientras se posan en bellas flores coloridas que le dan bienvenida al calor.

Todo parece cambiar, pero las cosas siguen igual. La vida transcurre en la misma dirección, la gente no deja de hablar de sus problemas y el sol a veces no quiere salir.  Pero siempre nos queda el consuelo de que el invierno no es eterno, de que las nubes se van y el cielo vuelve a brillar.

Hace mil noches y cuatro días que busco la cura a mi obsesión. Hace años que no encuentro la forma de olvidar tu olor.

Pero sigo. Sigo como siguen los días. Sigo como sigue el tiempo.

A veces sin mucho sentido.

A veces sin ganas de parar.