Cajas

Es un sinsentido la costumbre humana de tener que hacer un recuento de cosas positivas, o no tanto, cada vez que se cierra un ciclo.  Como si no hablarlo, publicarlo o decirlo en voz alta hiciera que desaparezcan y se pierdan en la memoria olvidadiza de uno mismo.
Pero a veces, dejar todo archivado en un caja de esas que con el tiempo se llenan de polvo, es mejor. Que al encontrarla te emocione la idea de recordarlo, pero que no te condicione, que no te perturbe, que no te dañe más.
Dejar escondidas partes de la vida en la memoria no significa poco reconocimiento o falta de valoración. Es poder seguir, sin limitarnos, sin dañarnos.

Me gusta pensar en la idea de que tenemos un almacén lleno de cajas y que podemos elegir cuál nos gusta más.

Te digo una verdad

Un puto avión y soy libre.

Bad liar

"Fake happiness is still the worst sadness", leí. Y entendí. Entendí todo.
Estoy cansada de disimular, de mentir, de jugar un papel que no me queda.
Quiero terminar con este show.

Un grito desesperado

Si me preguntás donde quiero estar ahora, te juro que te respondo en miles de lugares menos en el que estoy sentada en este momento. Miro a mi alrededor y solo veo la vida de los demás, pero no reconozco la mía ni siento propia esta lucha.
Las ganas de ser y hacer algo más siempre están, pero no me animo, pero no puedo sola. Este es un pedido de auxilio. Sí, estoy gritando a los cuatro vientos que necesito ayuda. Can someone get me outta here?

Ya casi no puedo respirar de las ganas que tengo de sentirme libre de mis propios miedos. Me ahogo en una habitación vacía y solo escucho mis quejas. Me duele el pecho, la cabeza, la mente. Me duelen las manos de tanto escribir y no hacer nada. Me espanta la idea de seguir esperando, pero más me aterra saber que solo yo tengo el control.

No puedo sola. Please, can anybody help me?

Atrapada

Se hizo de noche y ninguno de los dos se dio cuenta. Veo alejarse la luz del atardecer. Me acuerdo de vos y de todo lo que ahora cambió.

Mientras las voces llenan espacios vacíos y el eco encierra más a lo cautivo, todos nos hacemos preguntas y atrapamos casualidades. 

Es que en esta vida solo hay un enemigo y yo no pude vencerlo. 

La confusión se mezcla con la nostalgia mientras tu luz enciende otros cuadros. Por acá, todavía, es de noche y las horas nos atrapan con miles de reproches.

Fichas perdidas

Vi lo que no quería ver. Asumí, casi de un golpe y sin otra opción, que ya era tarde para lamentos. Me resigné a seguir dejando que el aire se me escapara sin nada que decir. Ya sin nada por hacer.
No hay valientes, culpables ni villanos, solo cobardes que rechazaron mil verdades por el camino menos grave: el de lo más confortable.
Mientras tanto me conformo con ideas poco serias. Sueño con que, sin darme cuenta, un día ya no habrá más penas que encadenan.

¿No ves que te estoy llamando?

Me gusta creer que un día te vas a dar cuenta. En mi cabeza se repite esa escena, que parece eterna y sin esperas. Pero mientras el sol sigue saliendo cada día, son otras las palabras que te hacer olvidarme.
Aunque no somos buenos para esto, hay mil realidades que no se pueden negar y hay situaciones destinadas a la verdad.

Ni buenos ni malos

No podemos seguir construyendo culpables sin asumir el error culminante. ¿Por qué nos empeñamos en buscar respuestas si ya no hay más vueltas?
A veces el mejor consuelo al desamor es, simplemente, aprender a decir adiós.