¿No es más fácil decirnos la verdad?
Yo podría hacerlo, pero tengo miedo de asustarte.
¿Qué pasaría si te dijera que te quiero?
¿Qué tal si te confieso que me encantaría pasar el resto de mis tardes hablando con vos, agarrándote la mano y contándote todos mis secretos? ¿Y si te confieso que no hay nadie que me parezca más lindo e interesante que vos?
¿Cuál sería tu reacción si te digo que pienso en vos casi todo el día y que no puedo parar de contar los segundos que faltan para volver a verte?
Si te dijera todo esto, te asustarías. Probablemente correrías lo más lejos que pudieras de mí y perderíamos el contacto.
Por eso es que me lo guardo. Por eso es que oculto cada sentimiento.
Silencio ante dolor.