No todos los finales son felices. No todos los comienzos son tristes. No todo desenlace es dificil.

Había algo escondido en el fondo de su alma, y eso era lo que la distinguía de todo lo que la rodeaba. Sus ojos tenían un brillo particular, solo con mirarla fijamente uno podía descubrir que por más lejos que estuviera de todo aquello que quería, jamás iba a rendirse ni dejaría de soñar.
Era temprano en la mañana, y ella dormía. Pero no estaba realmente todo apagado en su mundo, al contrario, allí estaba viviendo lo que estaba buscando, esperando, anhelando. Pedía día y noche por ello, ponía todas sus fuerzas en cocnentrarse en conseguirlo. Se acercaba pero luego retrocecía, siempre algo pasaba, y hacía que momentaneamente, se le fueran las ganas, llorase, pero luego nuevamente decidiera reunir más fuerzas y continuar. No queria rendirse, no era la forma en la que ella se manejaba y tampoco era la forma en la que esta guerra debía finalizar. Quería estar segura de haber dado todo para poder sentirse debastada y dejar de hacer. Quería ver que realmente había una razón fuerte por la cual ella debería dar un paso al costado en su lucha.
Ese día llego. Fue en el momento más dificíl, cuando más necesitaba de que eso se acercara, cuando ESO , precisamente, se terminó de alejar, dejando en el camino diez mil razones por las cuales ella debía rendirse, por más que todavía le faltara aquella fuerte razón. Era la razón que esperaba, pero que jamás sería capáz de escuchar, admitir y menos, de ver. Era una realidad que deseaba muy lejos, cuando realmente la vida, su propia vida, le fuera demostrando que a veces es mejor perder, para ganar de verdad.
Decidió poner fuerzas en pensar todo lo negativo de aquello a lo que quería llegar, pero mientras más insistia, más se daba cuenta que eran esas cosas malas , tanto como las buenas, las que necesitaba para ser mejor persona, para aprender, para seguir creyendo en el amor, en los sueños, en la felicidad ... Eran las ganas de aprender, de luchar, de conocer y de superarse lo que la movian, lo que la impulsaban, pero sin todo ello, se hacía aún más dificíl el hecho de querer levantarse de la cama ....
Fue cuando lo descubrió. Si, se dió cuenta al fin, que lo importante de alguien, no es cuan capáz feliz de hacernos es, sino cuanto puede llegar a enseñarnos y hacernos crecer, y creer. Creer en uno mismo, creer que se puede, creer que no solo lo facíl es lo bueno. Era lo que ella ya sabía, pero él seguía desconociendo. El poder ser uno , siendo dos, complementandose hasta en lo más profundo, desde lo bueno y lo malo, para así llegar a hacer el combo perfecto.
Ella decidió seguir luchando, seguir luchando por él, para que pudiera descubrir lo que ella había logrado, gracias a su abandono, gracias a sus ganas de NO creer, que fueron las ganas de creer de ella. Quiere hoy, que el sepa que la propia vida se arma de los sentimientos, de los impulsos, y no de esperar, o de especular que algo puede llegar a cmabiar mágicamente, sin que uno haga nada...
Ella quiere que los dos se ahorren, en unos años, la más cruel pregunta ....
Qué hubiera pasado si ...... ?