Tic tac tic tac. De fondo el ruido del agua al caer ... el viento que hace volar las hojas y se esparcen por toda la habitación. Un rayito de sol que entra desde el costado de la ventana.
De vuelta las sombras, el eco. La asfixia de la enorme cantidad de aire que entra. Entra y libera, pero achica y asusta.
¡Cuánto espacio!
Pierde el sentido cuando se está tan solo ...
Miles de voces, miles de sensaciones que vienen y van, vienen y van.
Se pierden. Así como desaparece el pequeño rayito, se van las sombras, el aire, el espacio.
Solo quedan las hojas que vuelan, una voz, un eco,
y nada más.
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