Atrapados en cajitas. Carceles de cristal. Cerradas, aisladas, totalmente alejadas.
Todos perdidos y enloqueciendo en un camino que va a mil por hora hacia un lugar desconocido. Lejos de la gente, lejos de las mentes.
Nadie entendía ni percibía. Ninguno parecía preocuparse. Cada cual por su camino. Su discurso listo y sus balas cargadas. No importa a quien se hace daño. No importa a quien estamos matando.
-¡Sálvese quien pueda! - se escuchó de fondo.
Sin rastros de lo que fuimos. Sin noticias de los amigos.
Aparentar. Disparar. Matar.
Una consigna letal.
Después te disparan, te lastiman y te matan.
Después estás solo. Ya nadie más te acompaña ...
0 comentarios on "Karma"
Publicar un comentario