La noche había secuestrado a la ciudad. Mientras caminaba por el medio de la nada te oí. Estabas detrás mio gritando mi nombre. Cada paso que daba, más te acercabas.
Pero no me detuve. Seguí.
Seguí firme en el presente con destino directo al futuro.
Vos ya no estabas en mis planes.
Tu voz continuaba repitiendo mi nombre, como un eco. Como una melodía que ya no quería volver a escuchar.