Guerras perdidas

Violeta. Sombras. Cositas que caminan.

Todo interrumpe el sueño. Aparece el viento que parece llevarse  lo que sobra, pero sin embargo, vino para quedarse, revolver, dar vueltas y enloquecer.

Estabamos deseando que aquellas palabras fueran dirigidas para estos lados. Queriamos más que nada en el mundo saber que, por lo menos, muy en el fondo, piensa en este lugar. 

Un poco nos equivocamos. Un poco que volvimos a empezar.

En realidad, no queriamos saber nada, pero no sabemos ya como frenar.

El viento sigue girando al rededor de ideas que no se van. El camino se lleno de tierra y nubló la vista.

Volvieron el miedo, las sombras y el llanto.